Actualizado 07/08/2020 11:44

Encopresis infantil, causas y tratamiento

La ecopersis puede ser una bomba en la autoestima de los niños
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¿Tu hijo mancha casi todos los días con heces su ropa interior? Ojo, porque esto puede afectarle a su autoestima. La encopresis también es conocida como incontinencia fecal y, según la describen los pediatras, es el escape continuo y repetido de heces que se produce en un niño mayor de cuatro años en lugares no apropiados para ello, ocasionando frecuentemente el manchado de la ropa interior.

La encopresis la padecen el cuatro por ciento de los niños, tal y como explican desde la Asociación Española de Pediatría en Atención Temprana, quienes alertan también de las consecuencias para la autoestima y los problemas psicológicos que se pueden derivar de esta dolencia.

Las causas de la encopresis

La incontinencia fecal se puede producir tras un largo estreñimiento. Los pediatras comentan que la retención de heces de larga duración "provoca dilatación en la parte final del intestino", lo que, a su vez, lleva a una disminución de la sensación de ganas de defecar, "lo que aumenta aún más la dilatación". La consecuencia de esto es que la distensión del músculo que controla la defecación (esfínter anal externo) provoca el escape involuntario de las heces

"Rara vez se produce en ausencia de estreñimiento, se llama entonces incontinencia fecal no retentiva, y su causa no está clara, pero parece ser que podría estar asociada a trastornos psicológicos y de conducta", matizan los pediatras, que aseguran que sería muy raro que esta encopresis se produjera por un problema de debilidad de las paredes del intestino.

¿Qué hago si mi hijo mancha su ropa interior con caca?

Si tu hijo mancha su ropa interior con heces de forma continuada, lo primero que hay que tener en cuenta es que no debes regañarle ni amenazarle, pues se trata de algo totalmente involuntario. Por ello, los pediatras recomiendan acudir a ellos ante cualquier duda.

La visita al pediatra debe producirse siempre que el niño tenga más de cuatro años y estemos observando que está realizando deposiciones en lugares no destinados para ello o que está ensuciando la ropa interior con heces de forma continua. "La mayoría de las veces existen antecedentes de estreñimiento de larga evolución, con heces duras, sangrado rectal y dolor abdominal intermitente y con la defecación", comentan los expertos.

El tratamiento de la encopresis

Si el niño tiene encopresis, debe ser el pediatra el que le mande un tratamiento y lo supervise. Normalmente lo primero será intentar vaciar las heces retenidas al final del intestino; es decir, probablemente den laxantes al pequeño u opten por un enema, una decisión que siempre deberá tomar el pediatra.

Una vez vaciado el intestino, el niño deberá tomar laxantes durante un periodo variable de tiempo hasta que defeque con normalidad. "Es importante que el niño se alimente con una dieta equilibrada con la toma habitual de frutas, verduras y mucho agua", mencionan al respecto los médicos, que recuerdan que todo esto deberá estar acompañado de "medidas de educación intestinal como sentarse diez minutos en el inodoro después de las comidas". Un truco ante esto: podemos hacer un refuerzo positivo al niño (un premio) si consigue hacer caca.

Según explican los pediatras, normalmente esto es suficiente y los niños se curan en un periodo de entre seis meses y dos años. "Si el tratamiento no da resultado o el niño tuviera problemas de conducta, lo más probable es que el pediatra le aconseje que acuda al psicólogo para que valore otros tratamientos", explican.

¿Se puede prevenir la encopresis?

Los pediatras dan ciertas claves que pueden ayudar a que los niños tengan una relación más sana con las defecaciones y, de esta forma, prevengan la aparición de la encopresis. Son estas:

- No intentar que los niños controlen la caca antes de los dos años.
- Tener paciencia ni al niño le cuesta controlar la defecación. Evitar castigos o amenazas por este motivo.
- Procurar que el pequeño siga una dieta equilibrada con fruta, verduras y agua.
- Enseñar al niño a sentarse diariamente durante unos minutos en el inodoro (siempre a la misma hora: después de comer, a la hora de la merienda) para crear una rutina en su cuerpo.
- Hacer ejercicio.

Damián Montero

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