Uno de los deseos que más anhelamos los padres cuando nuestros hijos cumplen los dos años de edad es dejar de poner y quitar pañales. No solo es un gran ahorro económico, sino que también supone una reducción de trabajo y tiempo para nosotros. Pero lo más importante, es que para nuestro bebé representa uno de los avances más significativos en su evolución al ganar en autonomía.