A partir de los 6 años, los niños suelen estar encantados de poder ayudar a sus padres: cargar bultos, coger el teléfono… Debemos aprovechar esta natural inclinación a colaborar para fijar en ellos el hábito de la responsabilidad. Sería inútil esperar que un niño sea responsable y trabajador en sus estudios si desde pequeño no se le inculcaron estos hábitos mediante la práctica en actividades tan cotidianas como poner o quitar la mesa.
Para que los niños vayan adquiriendo responsabilidades les motivará que pensemos en una serie de ideas para enseñar a colaborar a los niños. Los «encargos a su medida», aunque nos parezca mentira, son las cosas que los niños pueden hacer con mayor o menor destreza y ésta puede ser nuestra mejor baza a la hora de intentar inculcarles un poco de responsabilidad.
Encantados de colaborar a partir de los 6 años
Y es que, es precisamente en torno a los seis años cuando aparece en el niño la capacidad de ser responsable. Si no permitimos que se intente vestir solo, hacemos todo por él o, simplemente, le ponemos demasiadas pegas a la hora de que colabore en determinadas tareas, no cabe duda de que estaremos desaprovechando esta oportunidad de oro que nos brinda su propio desarrollo.
Además, al fomentar su responsabilidad también estaremos favoreciendo otros hábitos igualmente importantes como la autonomía o la laboriosidad, imprescindibles de cara a un futuro no tan lejano.
Lo importante es no exigirle demasiado y, mucho menos, de golpe. Si lo hacemos así, lo más probable es que se termine desanimando ante su incapacidad para hacer las cosas perfectamente y a la primera.
En estos casos, es mucho mejor que le pidamos pequeños resultados al principio para luego, una vez que haya aprendido y tenga más confianza en sí mismo, le exijamos más. Así, por ejemplo, podemos pedirle que se encargue de hacer su cama todos los días. Al principio, lo más probable es que se eternice y que las sábanas nunca queden en su sitio pero, al cabo de un tiempo, seguro que nos sorprenderá con su habilidad y rapidez al llevar a cabo en este pequeño encargo.
Ideas para fomentar la colaboración de los niños
1. Explicarle con paciencia y mucho cariño cómo se hacen las cosas. Llegado el momento ofrezcámosle instrucciones claras y precisas. De este modo, le resultará mucho más sencillo enfrentarse a cada nuevo reto que le propongamos.
2. Procurar fomentar su iniciativa. Es bueno que el niño proponga nuevas ideas y que exponga sus propios gustos. El simple hecho de que papá y mamá escuchen sus opiniones le motivará y animará a cumplir con sus nuevas obligaciones.
3. Si el niño falla, no le critiquemos ni nos burlemos de él. Con esta actitud sólo conseguiríamos que nuestro hijo se desanimase y se mostrase reacio a volver a intentarlo. Por ello, procuraremos animarle constantemente, felicitándole en sus éxitos y apoyándole en sus pequeños fracasos. ¿Qué importa que sus zapatos no estén realmente limpios, si el niño pone todo su interés en hacerlo lo mejor posible? Lo fundamental es que se esfuerza y que atiende a nuestras explicaciones. Lo demás llegará con el paso del tiempo y, sobre todo, con la práctica.
4. La importancia de hacer familia. Es fundamental que los encargos que le solicitemos no sólo le isirvan a él mismo (tener su cuarto ordenado es algo de lo que se beneficia él fundamentalmente). Ofrécele responsabilidades que le ayuden a «hacer familia», a abrir la puerta hacia los demás y que fomenten su generosidad.
5. Algunos ejemplos. Puede ser muy interesante que desempeñe funciones como subir el correo, regar las macetas, colocar su armario o traer el periódico los domingos. Y, ¿por qué no convertirle en nuestro secretario particular? Cuando vayamos a la compra con él podemos dejarle que nos ayude a colocar algunas piezas de fruta en la bolsa. En casa, en cambio, podemos animarle a que nos acompañe a tirar la basura, colaborando en su traslado o a que coloque las cosas limpias menos frágiles del lavaplatos.
Elena López
Asesor: Antonio J. Alcalá. Profesor de Primaria y licenciado en Filología.
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