Actualizado 03/10/2020 17:42

Educación en la infancia, la clave en la prevención de trastornos alimentación

La prevención de los trastornos de la ansiedad es posible desde la infancia
La prevención de los trastornos de la ansiedad es posible desde la infancia - ISTOCK

La presencia de trastornos alimenticios como la anorexia nerviosa o la bulimia se caracteriza, en general, por una alteración en la conducta a la hora de comer, ya sea por exceso o por defecto. ¿Cuáles son los factores que desencadenan estas situaciones? Desde el Hospital Sant Joan de Déu de Barcelona indican que son varias las explicaciones las que pueden encontrarse.

Por ello se señala a la familia como ente que debe estar en alerta para detectar uno de estos casos. Entre los desencadenantes más habituales es la alteración de los hábitos de alimentación y la relación con los miembros del hogar. También es habitual una desadaptación de su entorno que se produce de forma paulatina y que puede terminar en un completo asilamiento.

Prevención en la infancia

Una buena educación dietética desde la infancia ayuda a prevenir la aparición de trastornos alimenticios. Además, detectarlos y tratarlos precozmente mejora mucho su pronóstico. Pero siempre es mejor anticiparse a su aparición en el ámbito familiar, educativo.

Estos son algunos consejos para esta educación:

- Enseñar a los niños desde pequeños, tanto en casa como en la escuela, la importancia de unos correctos hábitos alimenticios.

- Comer en familia siempre que sea posible, convirtiendo la comida en un punto de encuentro y de reunión para comentar cómo ha ido el día y conversar tranquilamente.

- Los menús deben ser variados e incluir todos los tipos de alimentos necesarios para una correcta nutrición, limitando el consumo de dulces y postres industriales y comida rápida.

- Ofrecerles verduras y frutas de forma variada.

- Establecer horarios de comida regulares.

- Fomentar su autoestima. Es importante que conozca sus capacidades y limitaciones, y aprenda a sentirse a gusto consigo mismo. Reforzar su autonomía y estimularle para que tenga sus propias opiniones y resulte menos vulnerable a los mensajes de los medios de comunicación y la publicidad. Esto evitará futuros complejos.

- Comentar con el niño estos mensajes sobre estética y alimentación que difunden los medios de comunicación, razonando lo que es cierto y lo que no, y enseñándole a valorar la salud por encima de los condicionamientos estéticos.

- Animarle a practicar ejercicio con regularidad. Es bueno para su salud y le ayudará a mantenerse en forma.
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- Facilitar sus relaciones sociales y su participación en actividades extraescolares, excursiones, visitas culturales programadas por el colegio, etc

- Establecer una buena comunicación dentro del ámbito familiar, para que el niño se sienta seguro.

Damián Montero

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