Si bien muchos son los conceptos que se aprenden tras un
primer hijo, hay muchos otros que no se conocen hasta que no llega el hermanito. Por ejemplo, a gestionar los
celos entre los más pequeños de la casa. El mayor ve cómo un nuevo miembro le arrebata el protagonismo, viendo en él un enemigo al que vencer en la lucha por la
atención de sus padres, que hasta ahora acaparaba él.