Aunque hay múltiples destinos en toda Europa, España probablemente sea el país que más condiciones reúne para un viaje con los benjamines de la casa. El idioma, la gastronomía, su riqueza monumental y paisajística, y por supuesto, la grandísima variedad de parques temáticos que atesora, algo fundamental para que los niños estén en su salsa y permitan el relax de sus padres, lo convierten en el destino ideal para desplazarse con toda la familia. Por eso, proponemos una ruta por algunas de sus ciudades mejor acondicionadas para padres e hijos.
Madrid con niños
Empezamos este viaje por la capital. Y es que Madrid tiene todo lo que uno desea para unas vacaciones junto a los más pequeños. Un ejemplo es el Parque Warner, donde el Pato Lucas, Bugs Bunny y otros grandes personajes animados disfrutarán junto a tus hijos de unas atracciones trepidantes. Para recuperarse del vértigo, los padres tendrán la posibilidad de relajarse en el Parque de El Retiro, así como disfrutar de algunos de los enclaves históricos de la ciudad como son el Museo del Prado, el Palacio Real o la Puerta del Sol.
Sevilla, en familia
La segunda parada de nuestra ruta es Sevilla, un lugar ideal para los niños, ya que en la ribera Guadalquivir nos encontramos con Isla Mágica, un parque temático ambientado en el antiguo Puerto de Indias, con numerosas atracciones y espectáculos para todas las edades que nos retrotraerán al siglo XVI. Además, Sevilla posee el casco antiguo más grande de Europa con uno de los conjuntos monumentales más hipnotizadores. La visita a la Catedral y su Giralda, los Reales Alcázares o el Archivo de Indias se antoja imprescindible en una ciudad donde en cada esquina resuenan los sones del flamenco.
Barcelona, para los más pequeños
Hay muchas alternativas en la geografía española donde disfrutar de otros parques de ocio con tus hijos, tales como Barcelona. Una de las ciudades más cosmopolitas de Europa es también un paraíso para los más pequeños. Las impresionantes maquetas de Cataluña en miniatura y las majestuosas atracciones de Port Aventura, en Tarragona, tales como el Dragon Khan, provocarán que tus hijos no quieran descansar nunca en los parques de aventuras. Aunque también habrá tiempo para que los adultos graben su recuerdo junto a la Sagrada Familia, el Parque Güell o para perderse entre las angostas calles de su Barrio Gótico y relajarse en sus playas a orillas del Mediterráneo.
Valencia, para los amantes de los animales
En el mismo Mediterráneo, la visita a Valencia es obligada para aquellos padres que hayan cultivado en sus hijos el amor por los animales. En sus afueras disfrutaremos de Bioparc, un parque que trata de recrear el hábitat natural de todas sus especies, permitiendo que nos teletransportemos a la misma sabana africana o camuflarnos ante los cocodrilos de los humedales asiáticos. En la misma Valencia, padres e hijos compartirán diversión y aprendizaje en la Ciudad de las Artes y las Ciencias, complejo del que forma parte L*Oceanogràphic, el mayor acuario de Europa con 110.000 metros cuadrados y más de 40.000 animales marinos.
Islas Canarias, un paraíso para las excursiones
Por supuesto, no podemos olvidarnos de las Islas Canarias, un entorno idílico, que gracias a su clima subtropical posee uno de los hábitats naturales más particulares de todo el continente, de lo cual se aprovecha Loro Parque. Situado en Tenerife, este zoológico cuenta con hasta 200 tipos de pingüinos y un acuario con tiburones, además de numerosos espectáculos marinos. Esta ciudad es además el lugar ideal para descansar del estrés en sus paradisíacas playas de arena volcánica y para adentrarse en el senderismo en el Parque Nacional del Teide, el pico más alto de España.
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