Cada persona percibe la realidad de una forma determinadaCada persona percibe la realidad de una forma determinada - ISTOCK

Cada persona percibe la realidad de una forma determinada y única. En muchas ocasiones podemos sentir que los demás no nos comprenden. En otros momentos, somos nosotros los que no entendemos por qué los demás hacen ciertas cosas, se comportan de una manera muy diferente a lo que hubiéramos hecho nosotros, con una conducta que no vemos "normal". Pero, también podríamos formularnos la pregunta ¿qué es lo "normal"?

Estas diferencias pueden surgir tanto con desconocidos como con personas cercanas, con las que compartimos muchas ideas sobre el mundo y que, en determinados momentos, nos pueden dejar perplejos con su reacción en una situación determinada.

Por el hecho de compartir opiniones con otra persona, tendemos a generalizar y pensar que todas sus ideas coinciden con las nuestras. Nada más lejos de la realidad.

La información que captamos a través de los sentidos se transforma en nuestra mente en representaciones de objetos y eventos, a través de imágenes, sonidos, sensaciones olfativas, temperatura, etc. Sin embargo, la percepción de la realidad no es un proceso directo. En realidad, las experiencias se crean, modifican y redefinen aplicando la información de experiencias previas. Son nuestros modelos mentales, los "mapas del mundo" que nos ayudan a entender cómo es la realidad.

La percepción de las cosas

Y es que, siempre que percibimos algo, se dan dos procesamientos:

- De abajo a arriba: se procesa directamente el estímulo.
- De arriba abajo: se parte de experiencias previas, imprimiendo elementos y características del modelo mental que tenemos construido del pasado a la información que se está recibiendo por los sentidos.

Así, por ejemplo, si vemos algo de mármol, podemos inferir que será frío. Si nos ha mordido un perro, podemos temer al ver otro, pensando que también nos va a morder.

En este segundo procesamiento influyen nuestras expectativas, nuestro conocimiento y el contexto de la situación, lo que puede llevarnos a falsas presuposiciones. La mayoría de las veces no nos damos cuenta de que el mundo que percibimos puede no coincidir con la realidad.

La elaboración de nuestro mapa del mundo

A lo largo de nuestra vida, nos vamos elaborando una idea de nosotros mismos, de los otros y del mundo basándonos en las experiencias que vamos teniendo, los comentarios e ideas de nuestras figuras de apego y cómo los demás se comportan con nosotros y cómo nos tratan. Y esta idea de cómo funcionan las cosas nos sirve para avanzar y enfrentarnos a las diversas situaciones que nos encontramos, muy concretas en cada caso. Así elaboramos nuestro "mapa del mundo".

Lo interesante es que cada uno tiene su mapa y es el que se ha construido y le ha servido para mantenerse vivo y salir airoso de sus diversas experiencias a lo largo de su vida.

Lo que sucede es que comenzamos a creer que nuestro mapa del mundo es el mejor y, por tanto, es la realidad, solidificamos y damos entidad de certeza a las ideas y opiniones que hemos ido "validando" a través de los años. Y podemos llegar a pensar que todo el mundo debería pensar igual que nosotros.

Así surgen los enfados, cuando el otro no ve las cosas como yo las veo o la falta de entendimiento de que el otro es un ser diferente, con sus propios pensamientos sobre las cosas, en base a su propia experiencia.

Es importante, por tanto, darse cuenta de que lo que pensamos, nuestras ideas y opiniones son nuestra percepción personal de la realidad, que no es la realidad misma. Y ser conscientes de que cada persona tiene su propia percepción.

Al mismo tiempo, conviene explicar nuestro punto de vista ante desacuerdos que puedan surgir. Seguramente, así podremos entendernos un poco mejor.

Carmen Linares. Psicóloga sanitaria. Departamento de adultos, pareja y familia. Psicólogos Pozuelo

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