¿Sabías que tu capacidad de ser feliz está ligada a la manera en la que cuidas tu salud emocional y psicológica? De hecho, está compuesta de todo lo que hace que nuestra vida se mueva y se dirija en la dirección adecuada.
Si mejoramos nuestra salud mental, conseguiremos sentirnos realizados/as y mucho más felices.
Para ayudarte con ello, hemos preparado algunos consejos que te pueden servir.
Los mejores consejos para mejorar tu salud mental
1. Busca ayuda para gestionar tus emociones
Si sufres algún dolor físico, como podría ser un dolor de cabeza intenso o en la pierna, vas al médico para que eche un vistazo al problema y pueda dar un diagnóstico. Sin embargo, no todo el mundo hace lo mismo cuando el dolor es psíquico-emocional.
Lo cierto es que en el día a día podemos tener dificultades para gestionar las emociones y abarcar los problemas se nos pueden enfrentar. Podría ser que nos estemos enfrentando a una separación, hayamos perdido el trabajo, se haya muerto un ser querido, tengamos una relación familiar algo complicada… o cualquier otro tipo de eventualidad.
Acudir a una clínica psicológica en Madrid o en cualquier otro lugar puede ayudarte a encajar esa situación y darte las armas para ser más fuerte.
2. Establece unos horarios fijos
A la mente le viene muy bien seguir unos horarios estructurados por diferentes razones. Por ejemplo, podemos usarlos como referencias temporales precisas que podrían relacionarse con una motivación (por ejemplo, todos los días a las 8 de la tarde hacemos una pausa para leer un libro).
Al mismo tiempo, es una fórmula que evita que se acumulen las responsabilidades y que tendamos a la procrastinación (dos factores que suelen ser peligrosos cuando se combinan).
Otra de las ventajas de tener unos horarios fijos es que te darán más facilidad a la hora de organizar planes con el resto del mundo.
Ahora bien, es importante no obsesionarse con los horarios y tener siempre una cierta flexibilidad.
3. Escribe un diario de emociones
Un diario de emociones es un recurso muy práctico que te ayudará a mejorar tu salud mental. No es necesario que tengas más que una simple libreta pequeña que llevemos con nosotros/as la mayor parte del día. La usaremos para escribir cómo nos hemos sentido en diferentes situaciones.
Por ejemplo, si hemos tenido una situación violenta con algún familiar, nos hemos enfrentado a un examen muy complicado o nos sentimos muy felices.
¿Qué conseguimos con esto? Tendremos un mayor control sobre nuestros pensamientos y emociones y nos servirá para aprender a conocernos mejor. Identificamos aquellos mecanismos que nos activan y sabremos cómo respondemos ante determinadas situaciones.
Podría servirnos para identificar cuando algo nos gusta o cuando hay ciertos eventos que nos ponen de mal humor y no nos damos cuenta.
4. Control de las horas de sueño
Un error muy habitual (y grave) es pensar que las horas de sueño son tiempo perdido, pero nada más lejos. Lo cierto es que la energía que consigues al dormir te ayudará más adelante, por lo que puedes concebirlo como una inversión.
Incluso aunque tan solo sean 30-40 minutos, este tiempo de dormir le ayudará al cerebro a desconectar y a cargar las pilas para estar listo ante actividades más absorbentes.
Sin embargo, solo conseguirás alcanzar este nivel de relajación en el caso de que te tumbes en la cama y apagues cualquier tipo de luz. Por supuesto, también debes alejar la vista de cualquier tipo de pantalla.
Este pequeño gesto es muy efectivo para luchar contra el estrés y la ansiedad, además de evitar problemas para conciliar el sueño.
5. Evita las sustancias adictivas
Muchas personas piensan que las sustancias adictivas relajan, cuando es al contrario.
Fumar ayuda a calmar el estrés que provoca la misma acción. Lo mismo nos puede pasar con el cannabis o con el alcohol.
Estar sometidos a este tipo de hábitos adictivos en nuestro día a día eleva de forma peligrosa el riesgo de padecer un trastorno adictivo. Además, también nos expone a tener problemas de ansiedad.
6. Establece objetivos
Es muy importante proponerse metas para darle un sentido a la vida.
Los expertos recomiendan pensar en metas a corto, medio y largo plazo.
– Las metas a corto plazo nos ayudan a motivarnos en el día a día, a darnos ese plus de energía que necesitamos para seguir adelante. También pueden ser actividades que nos enganchen.
– Las metas a medio y largo plazo son más exigentes, pero nos dan un premio mayor cuando las alcancemos. Podríamos estar hablando de hablar un nuevo idioma, de especializarse en la fotografía o en la pintura, etc.
Sigue estos 6 consejos, aplícalos a diario, y verás cómo consigues que mejore tu salud mental.
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