Actualizado 22/06/2022 12:14

Cuatro pasos para evitar las enfermedades cardíacas en el futuro de los niños

Ejercicio y un buen entorno, las claves para prevenir enfermedades.
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Cuidarse hoy significa invertir en el futuro. La prevención de enfermedades a largo plazo se debe ejercitar en el día a día y desde edades más tempranas. De hecho, los padres pueden ayudar a que sus hijos mantengan una buena salud a largo plazo y hacer que los más pequeños gocen de un alto bienestar una vez alcancen la edad adulta.

Con motivo del Día Mundial sin Tabaco, celebrado el 31 de mayo, la Asociación Española de Pediatría, AEP, realizó un llamamiento a las familias para cuidar la salud cardiovascular de los pequeños a largo plazo. Para este fin señalan cuatro sencillos pasos para que los niños puedan desarrollarse en un ambiente que les permita alcanzar dicho bienestar en su futuro.

Ejercicio y buen entorno

Estos son los cuatro pasos que sugieren desde AEP para alcanzar una buena salud cardiovascular a largo plazo:

1. Realizar ejercicio físico. Los pediatras recomiendan realizar activad física y ejercicio aeróbico durante al menos 30 minutos (60 en el caso de los niños. diarios. Entre las opciones a realizar, se puede incluir caminar a paso ligero, correr, montar en bicicleta o algo tan sencillo como subir escaleras en lugar del ascensor. Toda la familia puede buscar una práctica que guste y convertirla en rutina.

2. Alimentación saludable. Apostar por una dieta saludable que sea rica en frutas, verduras, hortalizas y legumbres. En cuanto a las bebidas, el agua es la mejor opción frente a refrescos con altos niveles de azúcar. Es recomendable evitar comidas con excesivas grasas, azúcares y sal.

3. Consumo de tabaco y alcohol y otras drogas. Tanto el tabaco como el alcohol se relacionan con enfermedades del corazón. En el caso de los padres fumadores, se recomienda reducir la presencia de los cigarrillos en casa y, en especial, en ambientes reducidos como el coche o una habitación en donde estén presenten los menores. En el caso de los adolescentes, es imprescindible alertar de los peligros a los que se enfrentan.

4. Contribuir a mitigar la contaminación atmosférica. La contaminación atmosférica es se relaciona con el 19% de toda la mortalidad cardiovascular, es decir, hasta una cuarta parte de los infartos de miorcardio. Utilizar el transporte público cuando sea posible, participar en iniciativas para aumentar las zonas verdes ayudará a mejorar este contexto.

Damián Montero

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