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Estrés provocado por el calor, cómo combatirlo

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El calor influye en el estado de los más pequeños.

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Verano es sinónimo de muchas cosas: playas, piscinas, vacaciones y calor. Las temperaturas suben en esta época del año, provocando en las personas una sensación de agobio y tedio que hace que cueste seguir con la rutina. Una situación que es peor en los más pequeños, cuyas pieles son más sensibles a su entorno, provocando en ellos un malestar que les haga vivir con estrés.

Para prevenir el estrés derivado del calor, desde FAROS Sant Joan de Déu, se dan una serie de consejos para detectar el estrés causado por las altas temperaturas. Al no poder cuidar de ellos mismos, es importante vigilar a los niños muy de cerca para evitar que puedan sufrir una insolación o que se deshidraten.

Exposición al calor

Desde FAROS Sant Joan de Déu se recuerda en un primer momento que los bebés menores de seis meses de edad deben mantenerse fuera de la luz solar directa. La piel de estos pequeños presenta bajos niveles de melanina, pigmento que da a la piel, cabello y ojos su color, y proporciona cierta protección contra el astro rey. Por ello es más probable que puedan sufrir quemaduras por esta exposición.

En el caso de los bebés de más edad también deben mantenerse fuera del sol en la media en que le sea posible, especialmente en verano, cuando el astro rey está en su punto más fuerte. Para las situaciones en las que la luz se exponga a esta luz, recomienda aplicar un alto factor de protección solar para la piel del bebé.

Para los niños de mayor edad, que se exponen al sol constantemente en actividades como visitas a la piscina, o estancias en campamentos, habrá que estar atentos a los posibles síntomas que hagan indicar la presencia de estrés provocado por el calor:

– Mal aspecto. Cara pálida, visión perdida

– Carácter más irritable de lo normal. El niño no participa en los juegos y muestra un mal humor constante.

– El niño presenta una piel más seca y se niega a beber.

– Se reducen las ocasiones en las que el niño acude al baño a orinar.



Qué hacer ante estos síntomas

Para prevenir este estrés derivado del calor, los padres pueden ayudar equipando a sus hijos con ropa ligera que les quede suelta. Es preferible que estén hechas de tejidos de algodón y se eviten aquellos materiales sintéticos que retienen el calor y los pueden hacer sentir incómodos, llegando a provocar sarpullidos.

Para reducir la sensación de calor, también se les puede pasar una esponja con agua tibia, o probar un baño, es conveniente no emplear agua fría. A la hora de dormir, se ha de elegir el lugar más fresco de la casa para los bebés o niños pequeños, asegurándose que el aire circule alrededor de allí donde estén recostados.

El caso de los paseos con niños en el cochecito, mucho cuidado cuando este se saque del maletero del coche ya que podría haberse recalentado y provocar malestar en el bebé. Y por supuesto, siempre tener a mano una botella de agua para que los más pequeños puedan mantener su hidratación constantemente y evitar que sus niveles de líquido bajen.

Damián Montero

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