Con la vuelta al cole vuelven los virus
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Catarros, amigdalitis, conjuntivitis, gastroenteritis, gripe... Aparecen a lo largo del curso escolar y turban a los niños y sus familias. Una de las dudas que probablemente asalte a todos los padres es cómo saber si debemos dejarles en casa o llevarles al colegio.

Pero con la llegada del cole, también llegan los temibles virus y contagios. Los cambios de temperatura y el contacto físico entre unos y otros es un caldo de cultivo para que estos microorganismos nazcan y se reproduzcan.

La doctora Paloma Nacher, neonatóloga del Hospital La Milagrosa de Madrid, nos explica que, a veces, la virulencia de estos trastornos resulta tan leve que no es preciso que dejen de asistir al colegio. Sin embargo, en otras ocasiones, el estado del pequeño requiere su convalecencia en casa. Y otras veces, por prevención, es preferible no acudir a clase para no contagiar a los demás compañeros. En todo caso, siempre es recomendable seguir las indicaciones del profesional médico que será quien pueda evaluar la necesidad de guardar algo de reposo en casa o realizar vida normal.

Como indica Paloma Nacher, "en estos casos hay que apelar al sentido común, si el niño ha pasado mala noche, tiene diarrea o vómitos e incluso fiebre, es mejor que se quede en casa, por él y por los demás; en cambio, si solo presenta síntomas de un catarro leve y no hay malestar físico ni fiebre, puede acudir a la guardería o colegio".

También señala la necesidad de prestar especial atención para los bebés que asisten a escuelas infantiles y no han cumplido un año. Aunque están vacunados contra tos ferina, polio y neumococo desde los dos meses, es verdad que están en un grupo de riesgo.

La mejor prevención: lavarse las manos

La prevención es una medida fundamental que debemos adoptar tanto en casa como en las guarderías, para evitar, en la medida de lo posible, la propagación del virus.

Una de las acciones más efectivas es el lavado de las manos de manera frecuente, sobre todo si se está en contacto con niños o al cargo de ellos. Por ejemplo, es fundamental lavarse las manos antes de preparar o tocar algún alimento o utensilio de cocina y siempre después de ir al baño, poner la mesa, comer, limpiar a los niños o manipular pañales, estornudar, toser y sonarse, estar con un enfermo o jugar con una mascota.

Los virus y las bacterias

Según indica la doctora Nacher, no existe una lista única de los posibles virus y bacterias que un niño pueda padecer a lo largo del curso escolar. Es importante valorar cada caso de forma individual para realizar el mejor diagnóstico. Pero sí podemos hablar de una serie de enfermedades infecciosas que se han convertido en las más comunes:

- Gastroenteritis. Los primeros síntomas que se presentan pueden ser la falta de apetito, vómitos, diarrea, dolor abdominal y fiebre. En el caso de los bebés, estos síntomas pueden estar acompañados de irritabilidad producida normalmente por los dolores gástricos, actitud más seria y mimosa de lo habitual y somnolencia. Se recomienda que los niños no vayan al cole hasta 48 horas después de la desaparición de los síntomas.

- Conjuntivitis bacteriana. Suele presentar lagrimeo y secreción de mucosa por el conducto lagrimal. En este caso se recomienda no llevar al niño al colegio hasta pasadas las 24 horas de comenzar el tratamiento.

- Síndrome de mano, boca y pie. Es una afección causada por varios virus que incide en mayor medida en bebés y niños menores de cinco años. Por lo general, la enfermedad es leve y casi todos los pacientes se recuperan de siete a diez días sin tratamiento médico. Los síntomas comienzan con fiebre, menos ganas de comer, dolor de garganta y sensación de malestar. Uno o dos días después del comienzo de la fiebre, pueden aparecer llagas dolorosas en la boca. También se puede desarrollar un sarpullido en la piel de las palmas de las manos y las plantas de los pies, con manchas rojas planas. Aunque es verdad que es más contagiosa en periodo de incubación, no debe asistir a la guardería hasta remisión, como cualquier otra virasis, potencialmente contagiosa.

- Bronquiolitis. Es una enfermedad del aparato respiratorio y que afecta a las vías respiratorias diminutas llamadas bronquiolos que desembocan en los pulmones. La inflamación de estas vías hace que se hinchen y se llenen de mucosidad, lo que dificulta la respiración. Es una enfermedad común y algunas veces grave. La causa más frecuente es el virus sinicial respiratorio (VSR). Es muy frecuente en lactantes y niños porque sus vías respiratorias son de tamaño reducido y se obstruyen con mayor facilidad. Es una enfermedad grave que a veces requiere hospitalización. Suele darse con más frecuencia entre los tres y seis meses de edad y va desapareciendo a medida que el niño va creciendo y sus pulmones madurando. El virus se propaga si se entra en contacto directo con las secreciones de la nariz y la garganta de alguien que tenga la enfermedad. Es importante que el niño no se fatigue realizando actividades normales y esté totalmente repuesto antes de volver al colegio.

- Eritema infeccioso. Es la aparición de un proceso exantemático leve (enrojecimiento macular difuso en la piel), muy frecuente en edades infantiles. Aparece en forma de brotes durante la época escolar y afecta tanto a niñas como a niños. Los síntomas: enrojecimiento de las mejillas, exantema en tronco y extremidades, dolor articular y malestar general. Una vez que comienza el tratamiento puede volver a su vida normal pasadas las 24-48 horas.

- Resfriado común. Como señala su nombre, es común que el niño sufra varios procesos catarrales a lo largo del año escolar. Es una patología muy contagiosa durante los primeros días y se propaga fácilmente en lugares como colegios o guarderías. Suele comenzar con rinorrea o secreción nasal, congestión nasal, tos y estornudos, dolor de garganta, de cabeza e incluso puede llegar a presentar fiebre entre 38 a 39º C.

Dra. Paloma Nacher. Neonatóloga. Hospital La Milagrosa (Madrid)

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