El vínculo ambivalente puede causar graves problemas de dependencia emocional y a largo plazo dificultar para relacionarse.
El vínculo ambivalente puede causar graves problemas de dependencia emocional y a largo plazo dificultar para relacionarse. - ISTOCK

El apego es ese hilo invisible que une a padres y a hijos con el fin de garantizar la supervivencia del pequeño y se traduce en una manera de relacionarse a lo largo de la vida. De esta forma, este vínculo permite que los adultos satisfagan las necesidades básicas de los niños en edades en las que son dependientes, tales como alimentación o higiene, sin las cuales su bienestar podría verse comprometido.

En este vínculo se muestran numerosas emociones y esta relación aporta una gran seguridad a los niños, quienes se sienten protegidos frente a cualquier peligro que se presente ya que sus padres son un refugio al que acudir cuando se presente un problema. Sin embargo, hay que cuidar la calidad de esta relación para evitar que surjan problemas como puede ser el apego ambivalente, que genera en los más pequeños una dependencia que se mantiene a largo plazo, causando problemas en el modo en el que se relacionan.

Qué es el apego ambivalente

Tal y como indican desde el equipo de Psicología Madrid Cepsim el apego ambivalente se puede definir como aquellos niños en donde sus padres no satisfacen las necesidades de sus hijos en cada momento. Cuando los bebés ven que sus progenitores siempre responden a sus peticiones, se sienten seguros, mientras que en caso contrario se provoca una ansiedad por no saber si cuentan con esta protección.

Para terminar contando con la ayuda de sus padres, el niño empieza a reclamar a sus padres llorando y el bebé aprende que para conseguir la atención que necesita debe persistir en estas llamadas y expresarse de forma intensa para conseguir que acuden a calmar su necesidad. Por ello se desarrollan como niños intranquilos que constantemente reclaman la atención de manera intensa y desarrollándose una dependencia.

Comportamiento que se mantiene a largo plazo, entendiendo que para conseguir la atención que necesitan deben expresarse de esta forma intensa, mostrando respuestas emocionales muy intensas y demandantes. De esta forma, en la vida adulta se muestran muy sensibles en lo que se refiere a sus sentimientos, exagerando sus necesidades y se ponen muy intranquilos ante la idea de ser abandonados por sus parejas, o amigos.

Cómo tratar el apego ambivalente

El equipo de Psicología Madrid Cepsim explican que es importante que el niño que presenta apego ambivalente aprenda no necesita recurrir al los padres para poder estar bien, que puede calmar sus angustias e identificar sus emociones de manera autónoma. Es decir, aprender que no precisa estar con un adulto para poder estar calmado, y porque estas personas no estén físicamente no quiere decir que no vaya a estar para lo que necesita. En general, se trata de descubrir que puede ser apoyado incondicionalmente sin necesidad de que tenga que estar pendiente de los demás o expresando lo que siente.

Finalmente, es importante que el niño sientan la suficiente seguridad y confianza para que puedan explorar el mundo que les rodea sin necesidad de acudir a otros, para que puedan desarrollarse independientemente del otro, sintiendo seguridad en sí mismos aunque otros no estén presentes. Hay que tener en cuenta, que estos hijos renuncian a explorar porque sentían miedo de que su padre no estuvieran cerca de ellos, y se centraron en obtener su atención.

Damián Montero

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