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6 ejercicios de habilidad espacial para los niños

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La habilidad espacial, y sobre todo las relaciones espaciales, no se consolidan hasta los 10 años. Pero más importante que ir rápido, es hacerlo con orden y constancia. A partir de los dos años y medio aproximadamente, podemos complicar las cosas un poco más ya que la habilidad del lenguaje infantil empieza a tomar formas más complejas y se convierte en un aliado más para el aprendizaje espacial.

Con estos ejercicios y juegos para los niños, podrás aprovechar el tiempo pasando un rato muy divertido con tus hijos, al tiempo que aprovechas para consolidar su habilidad espacial. Seguro que muchos de ellos te suenan e incluso habéis jugado ya alguna vez. Descubre ahora qué sentido tiene cada uno para mejorar la habilidad espacial de tus hijos.

6 ejercicios y juegos para afinar la habilidad espacial de los niños

1.   PASAR LA PELOTA. Para recordar direcciones y situaciones. Colocar a un niño frente a diversas personas u objetos para que vaya diciendo: los nombres de los niños que están a su derecha, de los que están a su izquierda, de los que están enfrente, etc. Se puede «complicar» cuanto se quiera, cambiando sus posiciones de ellos, o las de otras personas u otros objetos.  

2.   APRECIACIÓN DE DISTANCIAS. «VEO, VEO… Para relacionar situaciones y distancias de varios objetos. Dar la oportunidad de observar los objetos del salón. Después, hacerle preguntas como: dime dos objetos que estén a la misma distancia, uno que esté más lejos, más cerca, más arriba, más abajo, más a la izquierda, más a la derecha, etc.  

3.   LA GALLINA CIEGA. Para mejorar el conocimiento interno de las sensaciones (propiocepción). Tocarle diferentes puntos del cuerpo. Después, pedirle que señale sobre el dibujo de un cuerpo humano los sitios donde se le tocó.  

Juego la gallina ciega

4.   MAPAS. Para mejorar su conocimiento del espacio exterior. Describir un recorrido por la casa. Tiene que saber que si sigue con exactitud el recorrido indicado llegará a la meta, de lo contrario, no.  Por ejemplo: colócate delante de la nevera, da dos pasos a la izquierda, tres pasos hacia delante, gira rodeando por la izquierda la columna, etc.

5.   EL ROBOT. Una variante del juego anterior para niños un poco mayores. Aquí es el niño quien debe dirigir los pasos de un adulto o de otro niño hasta llevarlo a la meta. Para ello, debe ir describiendo los movimientos que debe hacer la otra persona. Se puede complicar jugando «al contrario»: es decir, la orden hay que interpretarla al revés, con lo que el niño tendrá que pensar primero la dirección correcta y después decir la contraria. Así practica la «reversibilidad».

6.   EL ARQUITECTO. Representar gráficamente las distintas estancias de casa (realizar planos), el aula del colegio, el salón de los abuelos, etc. Deben situar correctamente todos los muebles y elementos decorativos que haya en cada lugar y esforzarse en representar todos los elementos presentes.

Teisa Dalmau Xiqués

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