Los casos de cáncer de piel siguen aumentando en todo el mundo, un tipo de tumor que podría evitarse en más del 95 por ciento de los casos poniendo en práctica unas medidas de prevención básicas y sencillas al alcance de cualquier persona.
La sobreexposición al sol y tener quemaduras reiteradas en las mismas zonas de la piel son dos de las principales causas de la aparición del cáncer de piel. Si las quemaduras se producen en las primeras décadas de la vida, el riesgo de desarrollar un cáncer cutáneo es mayor.
La infancia es una etapa crucial para establecer hábitos saludables y de cuidado de la piel que pueden prevenir el cáncer en el futuro. Estas son algunas medidas que los padres pueden poner en práctica para proteger a los niños del cáncer de piel:
Limitar la exposición al sol. Evitar la exposición prolongada al sol entre las 10 a.m. y las 4 p.m., cuando los rayos UV son más fuertes. Además, cuando estemos al aire libre debemos buscar siempre áreas de sombra y utilizar sombreros de ala ancha y ropa de manga larga para proteger la piel del sol.
Aplicar protector solar. Utilizar protector solar de amplio espectro con un factor de protección solar (FPS) de al menos 30, aunque para la piel blanca es mejor usar 50. Aplicarlo generosamente en todas las áreas expuestas de la piel, al menos 30 minutos antes de salir al sol, y reaplicarlo cada dos horas, o con mayor frecuencia si se está nadando o sudando.
Proteger los ojos. Los ojos también son vulnerables a los rayos UV, por lo que es importante que los niños usen gafas de sol con protección UV adecuada.
Fomentar el uso de sombrillas y ropa protectora. En la playa o en actividades al aire libre, es recomendable utilizar sombrillas y ropa que ofrezca protección adicional contra los rayos del sol.
Enseñar a reconocer los signos de daño solar. Explicar a los niños cómo identificar los signos de daño solar, como quemaduras solares, ampollas o manchas en la piel. Esto ayudará a crear conciencia sobre la importancia de proteger la piel y buscar sombra cuando sea necesario.
«El daño solar que provocan las quemaduras reiteradas llega hasta el ADN celular, al ser este acumulativo. Lo que significa que la protección natural que la piel nos presta frente a los rayos UVA y B no es tan eficaz, con el aumento de la posibilidad de que aparezca un cáncer de piel hasta 20 o 30 años después de que se hayan producido las lesiones» explica el Dr. Miguel Sánchez Viera, director del Instituto de Dermatología Integral.
Además de estas medidas preventivas, es fundamental fomentar una cultura de cuidado de la piel desde la infancia y a lo largo de toda la vida. Esto implica educar a los niños sobre los peligros de la exposición excesiva al sol y promover prácticas saludables, como evitar las camas de bronceado y realizar chequeos regulares de la piel para detectar cualquier cambio sospechoso.
Diferencias entre el melanoma y el cáncer de piel no melanoma
El melanoma y el cáncer de piel no melanoma son dos tipos diferentes de cáncer de piel que se originan en células distintas y presentan características y riesgos diferentes. Está previsto que en 2023 más de 8.000 pacientes sean diagnosticados de melanoma, según datos de la SEOM (Sociedad Española de Oncología Médica), y 78.000 de cáncer de piel no melanoma, según la AEDV (Academia Española de Dermatología y Venereología).
Estas son algunas diferencias clave entre melanoma y cáncer de piel no melanoma:
Origen de las células. El melanoma se origina en las células productoras de pigmento llamadas melanocitos, mientras que el cáncer de piel no melanoma se origina en otras células de la piel, como las células basales o las células escamosas.
Agresividad y propensión a la propagación. El melanoma es considerado un tipo más agresivo de cáncer de piel, y tiene mayor capacidad para crecer y propagarse a otras partes del cuerpo a través del sistema linfático o la sangre. Por otro lado, el cáncer de piel no melanoma tiende a ser menos agresivo y generalmente se mantiene localizado en la zona donde se originó.
Apariencia de las lesiones. Las lesiones de melanoma suelen tener características distintivas, como asimetría, bordes irregulares, coloración desigual y un diámetro mayor a 6 mm. En contraste, las lesiones de cáncer de piel no melanoma tienden a presentarse como protuberancias, úlceras o heridas que no cicatrizan, pero sin características tan distintivas como el melanoma.
Factores de riesgo. Si bien ambos tipos de cáncer de piel están relacionados con la exposición al sol, los factores de riesgo específicos pueden diferir. El melanoma está asociado principalmente con la exposición intermitente y severa al sol, quemaduras solares previas, antecedentes familiares de melanoma, piel clara y presencia de lunares atípicos. El cáncer de piel no melanoma está más relacionado con la exposición crónica al sol y se asocia con la edad avanzada, la piel clara y un sistema inmunológico debilitado.
Tratamiento y pronóstico. El tratamiento para ambos tipos de cáncer de piel puede variar según el estadio y la extensión de la enfermedad, pero en general, el melanoma puede requerir cirugía más extensa y puede incluir terapias adicionales, como la inmunoterapia o la terapia dirigida. En cambio, el cáncer de piel no melanoma a menudo se trata mediante cirugía localizada, crioterapia (congelación) o otros métodos específicos según el tipo y la ubicación de la lesión.
Es importante recordar que cualquier cambio sospechoso en la piel debe ser evaluado por un médico especialista en dermatología. El diagnóstico temprano y el tratamiento oportuno son fundamentales para lograr un mejor pronóstico en ambos tipos de cáncer de piel.
Día del Cáncer de piel: visibilidad, prevención y campañas
El Día del Cáncer de Piel, que se celebra cada año el 13 de junio, es una fecha importante para concienciar y educar sobre esta enfermedad que afecta a millones de personas en todo el mundo. Durante este día, se promueve la prevención, la detección temprana y el tratamiento adecuado del cáncer de piel, y se busca generar conciencia sobre los factores de riesgo y las medidas de protección.
Durante el Día del Cáncer de Piel, se llevan a cabo una serie de actividades y campañas para aumentar la conciencia sobre esta enfermedad y promover la importancia de la prevención y la detección temprana. Estas actividades pueden incluir:
Campañas de información. Se difunde información sobre el cáncer de piel, sus factores de riesgo, los signos y síntomas, y las medidas de prevención. Se busca educar a la población sobre la importancia de proteger la piel del sol y cómo hacerlo de manera efectiva.
Exámenes gratuitos de la piel. En muchos lugares, se ofrecen exámenes gratuitos de la piel, donde los profesionales médicos revisan la piel en busca de lesiones sospechosas de cáncer. Esto permite una detección temprana y el tratamiento oportuno de cualquier anomalía.
Actividades de sensibilización. Se realizan actividades como charlas, conferencias, seminarios y eventos comunitarios para crear conciencia sobre el cáncer de piel. Estas actividades pueden estar dirigidas a diferentes grupos de edad, desde niños hasta adultos mayores.
Promoción de medidas de protección. Se resalta la importancia de adoptar medidas de protección solar, como el uso de protector solar de amplio espectro, ropa protectora, sombreros y gafas de sol. También se enfatiza la necesidad de evitar las camas de bronceado, que aumentan significativamente el riesgo de desarrollar cáncer de piel.
El Día del Cáncer de Piel es un excelente recordatorio para resaltar la importancia de proteger nuestra piel del sol y de estar alerta ante cualquier cambio sospechoso en machas, marcas o lunares. Es un día para educar, concienciar y actuar en la prevención y el tratamiento adecuado del cáncer de piel.
Marisol Nuevo Espín
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