Actualizado 08/01/2021 13:16

Habla con tus hijos en inglés: las ventajas de aprender en casa

Halbar en casa en inglés con tus hijos es la mejor manera de aprender
Halbar en casa en inglés con tus hijos es la mejor manera de aprender - ISTOCK

¿Sabías que algunas actividades rutinarias como desayunar, lavarse los dientes o vestirse, son ideales para poner en práctica expresiones y vocabulario en inglés? Si quieres que tus hijos aprendan un segundo idioma de manera natural, háblalo con ellos en casa. Cuanto antes se acostumbre un niño/a a un nuevo idioma, más natural le parecerá y se lanzará a hablarlo mucho antes.

El aprendizaje de una segunda o tercera lengua como el inglés, no debe limitarse a las horas invertidas en la escuela o en un centro de idiomas. Si lo aprendido en estos espacios se pone en práctica en nuestro día a día, facilitaremos a los niños la comprensión del idioma, y al dotarlo de contexto podrán mejorar fácilmente su destreza en esa lengua.

Poder hablar, escribir y hasta "pensar" en inglés será casi una condición indispensable para cualquier niño cuando sea adulto. A veces, nos preguntamos por qué es tan fácil aprender un idioma cuando eres niño y lo difícil que es cuando eres mayor. La razón es sencilla. De niños aprendemos a hablar sin darnos cuenta. No "estudiamos" nuestra lengua materna, la aprendemos escuchando y repitiendo lo que oímos. Al principio todos los objetos se llaman igual. Por ejemplo, una "pelota" - ellos están convencidos de decir pelota, pero seguro que nosotros oímos "pota" o "lota"- puede ser un balón o un tren de juguete.

Durante el proceso de aprendizaje de la lengua materna, los niños hacen un esfuerzo inconsciente para memorizar palabras que no saben y relacionarlas con el contexto en que las han oído. A los tres o cuatro años ya usarán unas mil palabras aproximadamente, y todo gracias a vivir a diario en su idioma materno. 

Trucos para reforzar el contacto con el inglés desde casa

Ideas que nos ayudarán a integrar el idioma como si fuera una segunda lengua materna.

1. Integra el inglés en las rutinas diarias
De forma natural, sin forzar la situación, podemos integrar el inglés en pequeñas rutinas a lo largo de la jornada. Desde pequeños, podemos introducir dinámicas como por ejemplo repasar los pasos a seguir para lavarse los dientes en inglés o recordar los nombres de las distintas piezas de ropa cuando preparemos la ropa para el día siguiente.

También podemos buscar recetas sencillas para introducir no solo los nombres de los ingredientes en inglés, sino también los pasos a seguir.

La calle también nos ofrece una gran cantidad de oportunidades para trabajar el contacto con el inglés, por ejemplo, podemos jugar a las adivinanzas y usar los nombres en inglés de lugares como la farmacia, el parque, la frutería o la panadería. Cuanto antes se acostumbren al idioma, más natural les parecerá y se lanzarán a hablarlo mucho antes.

2. Mantén el contacto con el inglés a diario
Es importante que cada día los más pequeños oigan hablar en inglés, ya sea con canciones, programas infantiles o cuentos adaptados a su edad y nivel de vocabulario.

Cada día aprenderán nuevas palabras e irán integrando las estructuras gramaticales de forma natural. Desde bebés podemos ponerles canciones infantiles en inglés; cuando crezcan, podemos buscar sus dibujos animados favoritos en inglés o tener seleccionado el inglés en el audio de la televisión.

El cuento de antes de dormir también puede ser en inglés, un momento en el que los padres también aprovecharán para refrescar sus nociones del idioma.

3. Despierta su curiosidad
Divertirse mientras se aprende es un recurso infalible para que los niños presten toda su atención. Podemos buscar actividades que conecten con sus intereses y sean lo más variadas posible: obras de teatro infantiles en inglés, juegos o libros.

El juego abierto y no estructurado es ideal para que los más pequeños pongan en práctica sus conocimientos en inglés, ya sea recreando situaciones cotidianas o jugando a profesiones, la libertad de recrear escenarios les ayudará a dejar volar su imaginación y también a olvidar la vergüenza de hablar en un idioma que no sea el materno.

Vivir en inglés no es tan difícil como parece. Y si lo hacemos cada día de manera natural y divertida en familia, los más pequeños interiorizarán el nuevo idioma como algo natural. ¿Y por qué no? Los adultos también podremos aprovechar este rato en inglés para aprender el idioma o repasar lo aprendido. 

Marina Berrio
Asesoramiento: Kids&Us

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