La felicidad en la familia depende, también, del cuidado de la salud emociojal.
La felicidad en la familia depende, también, del cuidado de la salud emociojal. - ISTOCK

La salud emocional es tan importante como la física. El bienestar de los pequeños en el plano mental también es una meta que debe buscarse y los padres deben trabajar para garantizarla en los más pequeños. De esta forma se prevendrán problemas de índole mental y, de paso, se aprenderá cómo cuidarse a uno mismo, garantizando un entorno propicio para la crianza y el desarrollo de los hijos.

En este sentido, los profesionales de Educo dan una serie de claves para una buena salud emocional. Algo muy importante en tanto que garantiza un binomio indivisible junto con bienestar físico. Y es que hay que ser consciente de que una serie de emociones negativas puede producir un empeoramiento en la salud física, surgiendo problemas en su día a día, y en diversas esferas.

11 consejos para cuidar la salud emocional en casa

Estas son las recomendaciones que los profesionales sugieren para el cuidado de la salud emocional, de todos, en casa:

- Dar muestras de cariño. Es fundamental, para el buen desarrollo emocional de los niños que sientan el cariño de sus padres. No basta con palabras, debe haber gestos, abrazos, besos.

- Enséñales a entender sus emociones. En ocasiones los niños sienten rabia o miedo, y otras emociones negativas y no son capaces de entender por qué. Los padres deben reflexionar con sus hijos para que sepan lo que sienten, le den nombre y aprendan a gestionar estas sensaciones.

- Ayudar a desarrollar su inteligencia emocional. La inteligencia emocional es la capacidad de entender las propias emociones y las de otras personas.

- Establecer límites. Aunque es fundamental entender las emociones que sienten nuestros hijos e hijas, también lo es ponerles límites y decirles que no.

- Escucharlos. Los niños y niñas tienen sus propias opiniones y es esencial escucharlos de forma activa. Hay que prestar atención en lo que dicen, en cómo lo dicen y hazles preguntas para que se sientan escuchados y comprendidos.

- Estar atento a los cambios de comportamiento. Hay que partir de la base de que un niño no va a avisar a sus padres de que tiene baja autoestima, por ejemplo. Es importante ver las señales de que puede existir un problema. Para ello no hay más consejo que la observación y las charlas con sus profesores para conocer posibles cambios de comportamiento.

- Fijarse en las señales físicas. Los problemas de salud emocional suelen ir acompañados de síntomas físicos como las taquicardias, las náuseas o la tensión muscular.

- Mantener la calma. Aunque es complicado, a veces, es esencial mantener la calma y evitar gritar a los niños. Siempre hay que intentar empatizar con ellos, ser firme y no ponerse de los nervios.

- Pasar tiempo con los hijos. Una de las mejores maneras de cuidar la salud emocional de nuestros hijos es pasar tiempo con ellos. Hay que recordar que uno de los mayores tesoros que los niños aprecian son los momentos junto a sus padres.

- Generar confianza. Si los padres trabajan en crear ambientes en donde los hijos se sientan cómodos, generarán confianza, de manera que si tienen un problema te lo contarán para que se les ayude.

- Acudir al psicólogo. En el caso en que los padres lo consideren oportuno, se recomienda acudir a un psicólogo con los hijos para que le ayude a controlar sus sentimientos y a desarrollar su inteligencia emocional.

Damián Montero

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