El
otoño y el invierno son las temporadas más lluviosas del año. Se empieza a notar que los días se acortan y las horas de luz son cada vez más escasas. Se juntan así en esta época dos de
los factores que más afectan a la visibilidad en la conducción: el mal tiempo y la escasez de luz. Extrema las medidas de seguridad en viajes con niños y trayectos cortos de casa al colegio.