La
lactancia materna es un
alimento fundamental y que no solo tiene influencia en su desarrollo durante sus primeros meses de vida, sino hasta los dos años. Este alimento tiene grandes beneficios a corto y largo plazo, no solo para los niños, sino para las madres. Por un lado se trata de una fuente de energía y
nutrientes para los recién nacidos hasta cumplir los 23 meses, por otro lado favorece el desarrollo de su sistema inmunológico.